Por
que ésto nos permite, entre otras cosas incluir la cotidianeidad
hogareña en nuestro espacio del Baby Club y compartirla con
nuestros compañeros, compañeras y docentes.
Al
hacerlo, tanto los juguetes como los juegos que se generan a partir
de ellos, forma parte de la bases de la socialización y de la
inclusión de un otro en el juego propio. De esta forma, comenzamos a
vivenciar que, si bien alguien juega con mis juguetes, yo también
juego con los suyos, pudiendo disfrutar juntos de esa experiencia que
nos enriquece mutuamente.
Permite
a su vez reconocer e identificar lo propio diferenciándolo de lo
ajeno, explorar las distintas sonoridades que cada juguete genera y
conocer nuevas formas de ejecución cultivando la curiosidad,
imaginación y creatividad, fomentando al mismo tiempo el juego
solitario en paralelo, así como también las interacciones grupales
en el juego.
Tatiana
Jaeger - Lic. en Musicoterapia
Maria Laura Hernando
Psicomotricista/Prof Educ fisica
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